Testimonios

En sta página encontrarás algunos testimonios de las muchas personas con las que he podido trabajar

Primero hay testimonios por escrito y más abajo en vídeo


Testimonios escritos

LA CULPA QUE NO ERA MÍA

M.A. és una dona de 50 anys amb diversos problemes de salut importants, tant a nivell físic com a emocional: còlon irritable, miomes uterins, dermatitis fotosintètica, operada de quist benigne en pit dret, episiotomia amb resultats no favorables, dolors en la part dorsal de l'esquena, engonals i clatell, falta de confiança en la gent per sentir-se traïda diverses vegades, menstruacions a vegades doloroses i ara remetent per aparició de la menopausa, problemes familiars, falta de confiança en sí mateixa, rancúnia i ràbia, malsons, etc. Ha realitzat algun treball amb regressions, imants i, anteriorment, una mica de Hatha Ioga, i encara que tot açò li va aportar una mica d'informació no li va solucionar els seus problemes de salut.

Acudeix per a realitzar el seu primer taller psicocorporal perquè li ressonava la informació que li havia arribat i després d'una entrevista prèvia al taller, observe una dona cansada, lluitadora, molt apagada, però encara amb esperança. Decidida a fer el taller l'avise que en una sóla sessió no ocorren els miracles, que es necessita un procés. Així doncs inicia el treball durant el qual plora, es desperta la seua menstruació i augmenta el flux de sang tacant la seua roba, expressa la seua ira, riu, torna a plorar i es va veient com, a poc a poc, canvia la seua energia, l'expressió de la seua cara i el seu Estar. En acabar, tan sols comparteix amb el grup com de meravellosa li ha resultat la sessió sense donar detalls, perquè assenyala que són massa íntims i com el grup no està consolidat, prefereix no comentar-los, però que ha sigut important per a ella.

Uns dies després envia un e-mail per a explicar-me amb més calma els detalls i que li donés la meua opinió professional. Va aprendre alguns exercicis bàsics dels que es van fer en el taller i els seguia practicant perquè li ajudaven a soltar i reposturar-se, i em va alegrar tot el que em deia en aquell correu electrònic:

Hola buenas tardes!! (...) Por el momento sólo suelto el cuerpo con los primeros ejercicios... algo de los ejercicios con la vagina y la colita. Estiro mis piernas lo mas que puedo. Pero he detectado una bola como una hernia que está alrededor de mi ombligo y se mueve de una lado a otro. He incluso masajeado mi abdomen y puedo moverla ... Creo que independientemente de los ejercicios debo hacerme un estudio... Tal vez un ultrasonido o una radiografía... ¿Que me sugieres? En cuanto a la incontinencia, solo podré controlarla cuando me hagan una cirugía reconstructiva; pero será en su momento. La orina sí la puedo controlar más al acomodar mi cadera desde el taller, pero la episiotomía que me hicieron el ginecólogo que me atendió en mi parto natural, fue pésima... ya otro ginecólogo me recomendó la cirugía. Así que por el momento continuaré mis ejercicios, para poder contener la orina. Ahora mi cuerpo es más flexible y más ágil.. respecto a las emociones que liberé trataré de resumirte, porque es algo muy personal y de mucho tabú para algunas mujeres...
Cuando recién casada, mi esposo trato alguna vez de experimentar el sexo anal conmigo por variar posiciones y a mi me desagradó por completo, lo rechacé y cuando lo intentó me lastimó. Finalmente, después de un año, nos divorciamos. La mujer que por la cual se fue era totalmente el opuesto a mí; en ese entonces yo era delgada y bien formada. Siempre he sido una mujer muy limpia y era muy femenina, siempre arreglada, bien vestida, profesional. Estaba en lo mejor de mi carrera, sembrando y a la vez todos mis esfuerzos me daban fruto rápidamente... Yo a él lo adoraba, siempre cariñosa, atenta y detallista, y mi frustración fue mayor cuando empezó a alejarse de mi sexualmente y empezó a embriagarse y a llegar tarde.. sin respuestas.. pasaron muchos detalles que prefiero no mencionar.. porque para algunas personas escépticas no tienen sentido...
Sólo puedo resumirte que me cambió por una mujer fea física y moralmente... su secretaria, vulgar, borracha y arribista con várices y toda la pinta de bruja; que finalmente después de 6 años, que lo exprimió de su capacidad y dinero, le gritó a la cara que nunca lo había amado, sólo utilizado... Cuando él regresó arrepentido a buscarme porque se estaba divorciando y, nunca se había desconectado emocionalmente en su mente y corazón de mí, me contó todo y pidió una segunda oportunidad... sino hubiera sido por los 4 años y medio de noviazgo intenso y el amor que le tenia a pesar de nuestro corto matrimonio por el civil, no lo hubiera aceptado, pues ya lo había perdonado con una meditación previa a su regresó. Dicen que Dios dispone y el diablo descompone... nuestra reconciliación sólo se da en un mes y medio pues él tenia una tos crónica y cuando lo checan por el doctor detectan tuberculosis y, detrás de ello un cáncer pulmonar en quinta etapa como racimo de uvas en sus pulmones e hígado, producto de sus excesivas pachangas semanales con que la otra mujer lo manipulaba.
El rencor se adueño de mi... y la culpa.. Cuando el fallece la ira y el resentimiento, me empiezan a minar de manera subconsciente. Mis sueños de pareja, de matrimonio desbaratados... esa es la MIERDA que tiré en el primer ejercicio,.. Dolor, rabia.. impotencia, culpa por no haber sabido tener sexo anal.... por no haber sido astuta o sucia como la mayoría de las mujeres cabronas que lo logran... En fin... ya lo solté. Hoy me doy cuenta de que, a pesar de todo, yo sigo siendo una mujer íntegra; de que lo amé en su momento con todo mi ser, que todo lo que sufrí fue para mi bien...
Años más tarde pude experimentar el sexo anal... pero sólo logre que mi cadera se fuera
moviendo de mi lugar, aunque pude tener orgasmos, creo que inconscientemente, encontré la pareja temporal que me enseñó que nada de eso era importante, pero tampoco fue el hombre adecuado.
Pasé años de abstinencia y luego decidí acercarme a N., buscando mi equilibrio emocional en cuanto a pareja, y aunque aparentemente es un chico increíble, educado, culto, un caballero, es bipolar, así que nos amamos incondicionalmente hasta que entró en crisis, pues fue nuestro único contrato... Amor, Sexo... esas son las palabras.. que después salen durante el taller... mi bloqueo giraba alrededor de ello.... tal vez esa sea la razón por la cual se formaron miomas en mi matriz, tantos intentos entre una relación duradera y otra..... ya hasta ahora comprendo porque el amor surge de uno mismo...
Pero sólo perdonando y soltando ese pasado se puede sanar... estoy aprendiendo a ver con los ojos del Alma, incluso cuando terminamos el taller pude decirle un NO rotundo a un hombre que ocasionalmente se había convertido en amante y he decidido que mejor será mi amigo, porque el hombre que yo quiero para mi es distinto... Debe ser como yo, libre para amar, que se respete, que sea leal, noble, romántico, compasivo, fuerte, en lo holístico. Así que por ahora debo continuar tranquila, serena sin miedo ya porque, el volver a mi centro en mi postura es como recuperar a la M.A. de hace muchos años, que todo lo que emprendía daba resultado porque confiaba en ella.... y lo dará, de eso estoy segura... por mí misma y mi hija que es mi mayor tesoro... !! te mando un Saludo Cordial y si esta información te sirve para mi Testimonio, la puedes utilizar, sólo te pido ser testimonio anónimo.. comprendes.. ?

P.d. la Dermatitis es producto de la falta de confianza en mi misma, fue ocasionando muchas situaciones negativas después de la muerte de P., hasta que afectaron no solo mi negocio, mi familia e incluso la cuestión laboral. Por eso cada vez que vienen a mi mente esos pensamientos, o emociones las suelto con la primera posición y la segunda... eso me ayuda , es como soltar la carga ... la basura del pasado de nada sirve.. Mi piel está mucho mejor y hasta me estoy aplicando con mi rostro a cuidarlo , todo incluso se me ha dado... Gracias Dr. Toni!!!

M.A. desde entonces ha mejorado mucho tanto física como psíquicamente, ya que a través del trabajo psicocorporal propuesto, la memoria corporal empezó a emerger desde su represión más profunda y pudo encontrar las respuestas que necesitaba para entenderse y reinterpretarse . Hasta ahora nunca había intentado evitar el juego de compensaciones físicas que conformaban a través de su carácter psicológico, un psicocuerpo de culpabilidad.

 LAS MUJERES DE MI FAMILIA

En los primeros talleres, en los primeros ejercicios de estiramientos de la cadena posterior aparece angustia, confusión, dolores, tensiones o contracciones debido a las compensaciones que aparecen en varias partes de su cuerpo. Pero ella se sorprende de los cambios que siente cuando después de cada ejercicio se le invita a "habitar el cuerpo". Con el tiempo se entrega cada vez más al trabajo, y pierde la vergüenza en utilizar la voz para liberar la tensión. En las descargas emocionales se manifiesta con vehemencia asombrándose ella misma de su expresividad.

Pero lo interesante es que, tal y como va pasando el tiempo, además de sentirse mucho más ligera y descargada, siente que su autoestima aumenta. En algunos talleres deja salir el llanto después de abrir determinados espacios y un día comparte con el grupo por primera vez que se acaba de dar cuenta de cómo todo su cuerpo se estructura sobre la base de su patrón de feminidad y el peso que las mujeres y las figuras femeninas de su familia tienen en ella. Fue desde entonces cuando B. sucesivamente pudo entender desde otro sitio que no es la razón, el por qué de su asimetría cenestésica y comprendió que relajar su espalda, cuello y cara, a la vez que darse cuenta de cuál debía ser su lugar en el sistema familiar, la hacía tomar conciencia de cuáles deberían ser sus límites e intereses para reconciliarse con su feminidad, hasta entonces eclipsada y condicionada con ciertos introyectos emocionales de origen sistémico y cultural.

CUANDO NO PUEDO LLORAR

F. es una mujer joven que no llega a los cuarenta años. De personalidad social, divertida y activa. Presenta una peculiaridad que le incomoda, y es que cada vez que ve llorar a una mujer, no puede soportarlo. La lectura corporal denota las características psicocorporales típicas de una persona de su caracteriología psicológica. aunque destaca su posturación asimétrica en estado normal. Tras explorar su biografía consciente y sus resultados con otras técnicas terapéuticas, ella no encuentra explicación ni sanación a su "fenómeno". Pero un buen día, en un trabajo de respiración activada, tiene una experiencia que le llevará a la comprensión y resolución. Durante el transcurso de la sesión revivió el sentirse dentro del útero de la madre cuando estaba embarazada de ella, pero sintiendo tristeza, ganas de llorar que no vivía como propias. Al finalizar la sesión, compartió con el grupo la experiencia a pesar de no saber exactamente lo que implicaba. Este tipo de experiencias suelen aparecer con cierta frecuencia en los trabajos de respiración. Unos días después de la vivencia, fue a casa de su madre y le preguntó si cuando estuvo embarazada de ella pasó algo que la disgustó mucho, y la madre, ya casi sin recordarlo le contestó a que sí, ciertamente, durante el embarazo murió una persona querida y tuvo mucho disgusto y lloró durante unos días. Su madre, sorprendida, le preguntó cómo sabía de esto y a qué venía. F. de una forma intuitiva y sin razonarlo, sintió que lo que explicaba su madre de algún modo tenía que ver con su experiencia en la respiración aunque, de momento, no sabía cómo. Hasta que un día, tuvo que presenciar a una mujer llorando y sin darse cuenta, ella la asistió. Sorprendida de su acción descubriéndose ayudando a la mujer en vez de salir corriendo, descubrió entonces el sentido de la vivencia en la respiración y lo que le contó la madre y que por fin pudo resolver su "fenómeno" . Poco después se dio cuenta también de que a nivel psicocorporal, ese miedo al ver el llanto, le tenía la zona del pecho oprimido porque ella no podía verse llorar y que mucho de su carácter psicológico se había conformado en torno a la evasión al dolor, la depresión o la tristeza. Ahora se sentía más liberada y por tanto más segura y responsable frente a las adversidades de la vida y su postura era más fácil de llevar a su eje y la respiración diferente.

EL MIEDO A RECORDAR EL DOLOR

J. es un hombre cercano a los 40 años que se dedica al deporte de forma comprometida e intensa; participa en competiciones importantes. A raíz de una lesión en la pierna derecha, hay algo en su biomecánica que no acaba de funcionar, porque al rato de iniciar su actividad física aparece un dolor similar al que tuvo en la lesión, el cual le impide mejorar, o incluso, igualar sus últimas marcas. Acude en principio con una demanda tan sólo física porque los trabajos de fisioterapia y rehabilitación realizados hasta ahora, si bien curaron la sesión en su momento, no le han ayudado posteriormente a volver a la plena normalidad. Iniciamos el trabajo y en la lectura corporal vemos un cuerpo atlético pero con la musculatura y los sistemas tendinosos muy acortados o estirando de aquí y de allá. 

Empezamos un trabajo exploratorio del patrón de respiración, la posturación, la desconexión psiconeuromotora y el control emocional a causa de un carácter psicológico exigente y perfeccionista. Va recuperando longitud de las cadenas musculares y va sintiendo cómo este tipo de trabajo le devuelve a una serenidad y flexibilidad que él asegura necesarias para restablecerse después de cada competición y prepararse de cara a la siguiente. Sin embargo, es en la tercera sesión cuando al explorar la psiconeuromotricidad y su cinestésica, al evitar las compesaciones aparecidas posturando de un determinado modo su cuerpo, cuando empieza a entender la desconexión que tiene de su pierna derecha y también de su lado derecho. En un momento dado decidimos soltar la cadena lateral de la pierna derecha y al tocar el punto donde se produjo la lesión en su momento, reaparece el dolor intenso que en ese momento sintió.

Cuando pudo ir soltando ese punto y relajar el resto de la cadena y permitir el dolor, comprendió, sorprendido, que, habiéndose recuperado orgánicamente de la lesión y no habiendo pues ninguna razón fisiopatológica lógica, tan sólo era un miedo a lesionarse de nuevo. Ese miedo le causaba una posturación y biomecánica disfuncional, que al cabo de un tiempo de iniciada su actividad deportiva, le ocasionaba dolor, ya su vez miedo a volver a sufrir lesión, es decir, un bucle sin salida. Una vez comprendido esto, y realizando un trabajo de reconexión cinestésica y cenestésica de su pierna y lado derecho, pudo volver a conseguir su estatus anterior y seguir con la actividad deportiva con absoluta normalidad, así como superar sus propias marcas.

EL SACRO ERA EN REALIDAD LA VÍCTIMA

S. es un hombre de 56 años, médico y terapeuta gestáltico que además practica la antigimnasia. Tiene la ocasión de acudir a unos talleres de TPE más por casualidad que por necesidad. Sin embargo, ya en el primer taller descubre que lo que él había creído siempre que era un problema local focalizado en su sacro y pese a sus conocimientos médicos y terapéuticos, es en realidad la consecuencia de un patrón postural determinado principalmente por su carácter psicológico y personalidad. A lo largo del desarrollo de un primer taller de 4 horas de duración, y siguiendo mis indicaciones, va más allá de lo que hasta ahora la antigimnasia le había aportado y, después de algunos ejercicios, logra realizar determinados movimientos y experimentar sensaciones que ya había olvidado desde hace muchos años al inhibir su zona pélvica y sacroiliaca.

Como médico, había focalizado su atención en la sintomatología y en una visión traumatológica que a través de su carateriología y personalidad exigente y perfectófila, fijó una creencia, una forma corporal y una actitud que durante mucho tiempo le causó problemas incluso todo relacionales, aparte de dolores en su sacro rectificado. Al terminar el taller y compartir con el grupo su experiencia, pidió opinión sobre las nuevas sensaciones vividas. Mi devolución para ilustrarlo y que entendiera desde la intelectualidad qué podía estar pasando fue la siguiente: a tu postura física le corresponde tu postura emocional... la tensión de tus tendones es directamente proporcional a la tensión de tus razones... Como era un hombre que ya había realizado trabajo personal y terapia emocional, enseguida entendió que la sobrecarga de su sacro por su postura posteriorizada era la manifestación de su núcleo emocional neurótico. Núcleo que ya tenía trabajado y elaborado desde la terapia verbal emocional, pero que nunca había trabajado desde la memoria corporal y la postura. 

Así pues, todo esto despertó su entusiasmo en seguir incluso con sesiones individuales donde pudimos trabajar la posturación de las piernas para llevarlas al eje, la liberación a nivel pélvico y de caderas y lo que en nivel conductual y biográfico tenia de relación con sus dolencias. Ahora, ya sabe cómo es el origen de su punto débil y sabe qué implicaciones tiene. Sabe también qué ejercicios puede realizar para descomprimir y aliviar y se siente más conectado con los aspectos más positivos de su personalidad.

DESPERTANDO

I. es un hombre de mediana edad que inicia el trabajo con TPE en talleres grupales. Quiere probar no sabe muy bien por qué. Inicia el trabajo y pronto se abre y deja salir su llanto, emociones, sentimientos y la ve en sus descargas emocionales. Su curiosidad se convierte en entendimiento de que su intuición le llevó a un buen sitio y que sin saber cómo, poco a poco, se siente más abierto, más decidido, más expresivo y más contento consigo mismo. Con el tiempo y después de talleres con respiración activada e integración psicocorporal, da pasos de gigante en la toma de conciencia y se ve cómo era y estaba y cómo es y está ahora. Comparte con el grupo que nunca hubiera imaginado el alcance de este tipo de trabajo y que el simple hecho de liberar poco a poco tensiones acumuladas condicionantes del estado corporal, postural y actitudinal, así como de la conexión emocional con el entorno, podría haberlo transformado en un hombre sensible. En ese sentido I. apunta a que ahora siente que todo lo que había leído o visto en otras personas sobre la sensibilidad y la espiritualidad, la energía y la emocionalidad, no es ya un anhelo, sino una realidad.


Testimonios visuales

La historia de DOMINIQUE

Éste es un caso muy particular. He tenido el gusto y el honor de trabajar con una persona valiente que ha hecho y está haciendo un proceso terapéutico de primer orden. Su testimonio es un ejemplo de cómo con valentía, constancia y entrega, pese a la edad, llegan los cambios. En el segundo vídeo habla el Dr. Navarro, traumatólogo, quien realiza un seguimiento a Dominique. A pesar del lenguaje y el talante médico, el propio médico constata los cambios que se van manifestando.


El amigo y colaborador el fisioterapeuta Aleix Solsona explica algún testimonio con el que hemos trabajado

Más testimonios

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar